POR QUÉ SOY ARQUITECTO:

Cristian Vergara

“Nací en una ciudad del interior de Córdoba, Argentina. Desde muy pequeño me interesé por la caligrafía como un arte donde se podía profundizar en la belleza de las manualidades. Dibujar las letras era, para mí, un ejercicio de diseño y de seriedad que se lograba desde el silencio, la concentración y la dedicación. Esto se manifestó más profundamente cuando entré en los estudios secundarios, y terminó por consolidarse en mi formación académica como arquitecto, cuando dibujé mis proyectos en papel y lápiz.

Siendo arquitecto, siento la vocación de ofrecer y entregar proyectos que, en primer lugar, me convenzan a mí. Si el proyecto “cuadra” en el papel ante mis ojos, cuadra también en la percepción de mi cliente. Seguramente hay objeciones, pero la idea es sólida y está resuelta. La pregunta clave es: ¿Yo lo compraría?

Esta fórmula es infalible.

Me gusta pensar que los proyectos de arquitectura son obras de arte. Como arquitectos tenemos la misión -y el deber- de entregar algo que en algún punto deba conmover, emocionar. Nuestras obras tienen que tener ese plus, y eso no es negociable.

Aunque utilizo herramientas tecnológicas de representación, sigo dibujando a mano porque en el dibujo está la verdad, las primeras impresiones, aquellas que no engañan.
El círculo finalmente se cierra volviendo a su origen: utilizando el papel y el lápiz en el silencio y con una profunda concentración, poniendo todo mi esmero, como cuando tenía diez años.”

“Toda obra humana es deleznable, afirma Carlyle, pero su ejecución no lo es”. Jorge Luis Borges.

Cristian Vergara